Las justas que se celebraron del 5 al 21 de este mes dejaron vivencias que quedarán impregnadas en la memoria de aquellos que las siguieron de principio a fin durante los 16 días de actividades. A continuación compartimos una selección de estas.
El Rayo que encendió Río
Usain Bolt logró por tercera vez consecutiva los 3 oros de la velocidad y selló sus 3 participaciones en juegos de manera invicta. “Soy el más grande, dijo el Rayo, con poca modestia, aunque con razón, pues nadie le llegó cerca para intentar evitar su marca.
Phelps, el último oro
Después de los últimos 100 metros de su carrera, en su estilo preferido, mariposa, Michael Phelps salió de la piscina para juntarse con sus compañeros y celebrar con ellos el triunfo en el relevo 4×100 combinados. Con los ojos llorosos escuchó el himno de su país, con la mano en el corazón, por última vez sobre un podio olímpico. El Tiburón de Baltimore conquistó en Río su quinto título, el 23 en su carrera.
Líneas aéreas Braz
El listón está colocado a 6.03 m, es decir, 5 centímetros por encima de su récord personal; el clima no lo acompaña, pero el brasileño Thiago Braz lo hace posible. Sube más alto que nunca y supera la vara y hace rugir el Estadio Engenao y se convierte en el nuevo campeón, con récord olímpico incluido.
Las lágrimas de un (no) campeón
El serbio Novak Djokovic ha ganado todos los títulos importantes del circuito masculino de tenis, excepto el oro olímpico. Con esa intención llegó a Río, pero a las primeras de cambio se encuentra con Juan Martín del Potro y el argentino acabó con el sueño del número uno.
La yudoca de las favelas
En el escalón más alto del podio, sus lágrimas tienen un valor especial. Rafaela Silva emociona a todo Brasil al conquistar el oro en sus juegos en judo. Todo un símbolo de superación para una mujer que nació en la favela de la Ciudad de Dios.
Una primera para Kosovo
Suena la campana, y Majlinda Kelmendi se tira al suelo, llorando, antes de ir a saludar a un grupo de aficionados compatriotas que no han parado de animarla con gritos de “¡Ko-so-vo!, ¡Ko-so-vo!”. Con su medalla de oro, la doble campeona del mundo en judo acaba de inaugurar el palmarés olímpico del pequeño país balcánico.
Un fallo, y adiós al récord
Un rumor de estupefacción recorre la Arena Olímpica: al ejecutar un salto, Simone Biles pierde el balance y tiene que colocar sus dos manos sobre la viga de equilibrio para no caer del aparato. Pese a ello, logra la medalla de bronce, pero la estadounidense de 19 años se queda sin la posibilidad de ganar 5 oros en unos mismos juegos.
Neymar hace feliz a su país
La estrella del futbol brasileño marcó el tiro desde el punto penal contra Alemania, que dio el título olímpico a Brasil, un país cuyos 200 millones de habitantes respiran futbol. El oro es, además, el único título que hacía falta en el palmarés de la canarinha.
La Libélula que voló 10 mil metros
Por 14 segundos: Almaz Ayana pulverizó el récord del mundo de los 10 mil metros, que tenía 23 años de vigencia. La etíope abrió la semana del atletismo con esa gesta espectacular. Una semana después hizo el doblete con los 5 mil metros.
La princesa del mundo acuático
Katie Ledecky, la nadadora de Estados Unidos que ganó su primer oro con 15 años en 2012, se consagró en Río con 2 récords mundiales y 4 preseas doradas, incluido el triplete de 200, 400 y 800 metros libres, algo no logrado desde Debbie Meyer (1968).
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