Cuba logró encontrar ayer el oro que tanto ansiaba en el boxeo de los Juegos Olímpicos de Río 2016, gracias a los puños del semipesado Julio La Cruz, en una jornada triste para Colombia y Venezuela, que se quedaron sin púgiles en el torneo.
Después de seis días en los que entre rivales y jueces talaron sin piedad el bosque de púgiles cubanos en estos Juegos, Julio La Cruz, Robeisy Ramírez y Arlen López frenaron la caída y le dan algo de consuelo al llamado Buque Insignia del deporte antillano.
La Sombra La Cruz se coronó campeón olímpico de la división de 81 kilos al derrotar en la final al kazajo Adilbek Niyazymbetov por decisión unánime.
La Cruz le dio a la armada cubana de boxeo su primera medalla de oro de estas justas, en las que 7 de sus 10 púgiles fueron eliminados en rondas previas.
El podio
Niyazymbetov se quedó con la medalla de plata, y los bronces fueron para el francés Mathieu Bauderlique y el británico Joshua Buatsi.
“Yo salí a hacer mi pelea. No me importa mucho si gustó o no, pero el boxeo no es solo fajarse a los golpes. Hay que usar la cabeza”, explicó el cubano.
Robeisy Ramírez se clasificó a la final de los 56 kg con una victoria unánime sobre el uzbeko Murodjon Akhmadaliev.
El campeón olímpico de Londres 2012 en peso mosca se llevó las 3 tarjetas de votación con puntaje de 29-28, 29-28 y 30-27.
Arlen López confirmó su favoritismo en la división de los 75 kilos al dar recital de boxeo ante el azerbaiyano Kamran Shakhsuvarly y avanzar a la final de mañana contra el uzbeko Bektemir Melikuziev, quien superó en la otra semifinal al mexicano Misael Rodríguez (bronce) por votación unánime (3-0).
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