Kenny Baker, el actor británico que encarnó al robot R2-D2 en la saga Star Wars, murió el sábado a los 81 años. “Lamentablemente falleció y fue encontrado el sábado en la mañana por su sobrino Drew, quien era su cuidador en esta última etapa de su vida”, dijo su agente Johnny Mans.
Baker, que medía un metro, tenía problemas pulmonares y llevaba tiempo enfermo, señaló su sobrina Abigail Shield al diario The Guardian y recordó que actuó en las seis películas en las que apareció el robot. “Él trajo mucha alegría a la gente y vamos a celebrar el hecho de que haya sido amado en todo el mundo. Estamos orgullosos de lo que él logró durante su vida”, agregó.
Mark Hamill, quien interpretó a Luke Skywalker, lo rememoró en su cuenta de Twitter con una foto en blanco y negro de ambos. “Yo amaba su optimismo y determinación. Él era el robot que yo estaba buscando”, escribió.
La productora 20th Century Fox publicó una fotografía de él junto al otro autómata, C3PO, con la leyenda “Descansa en paz, Kenny Baker, cuerpo y alma de R2-D2”.
El histrión acudió en una silla de ruedas al estreno europeo de la más reciente película de la serie, Star Wars: Episode VII – The Force Awakens, en la que fue mencionado en los créditos. “Estaba demasiado enfermo para poder participar en los nuevos filmes de Star Wars”, indicó Shield.
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