A paso lento marcha en el Congreso la aprobación del código de migración, pues en la sesión plenaria efectuada ayer solo se pudo concretar el aval de 26 de sus 246 artículos.
El principal opositor de la propuesta, Fernando Linares Beltranena, del Partido de Avanzada Nacional, presentó 56 enmiendas, las cuales tuvieron que ser negociadas por el presidente de la Comisión del Migrante, Jean Paul Briere, con el fin de agilizar el trámite.
En los primeros apartados del proyecto, los legisladores aprobaron el derecho de los migrantes extranjeros a establecerse en el país y obtener la nacionalidad guatemalteca, así como a formar una familia y acceder a educación y trabajo digno.
Además, dieron el visto bueno a la obligatoriedad de las instituciones del Estado de brindar la atención requerida por personas foráneas, sin exigir documentos de identificación o cualquier otro requisito.
“Entre los aspectos de mayor trascendencia, se logró avalar las garantías de protección a los menores no acompañados, a las mujeres embarazadas y a los adultos mayores que lleguen al país”, destacó Briere.
Hasta ahora, los temas más controversiales en la propuesta son los mecanismos para el otorgamiento de refugio y asilo político, pues, según Linares, estos deben ser tan cerrados como para no permitir el ingreso de terroristas en la nación.
A criterio del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales y Desarrollo, este aspecto podría corregirse al definir adecuadamente la diferencia entre ambas medidas y los requerimientos para optar a ellas.
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