Michael Phelps fue llamado 3 veces para que subiera a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: su tripleta forma parte de las 18 medallas que ha ganado Estados Unidos en natación, de nuevo el líder indiscutible.
El veterano, de 31 años, llegó a las 21 doradas en su carrera, un número que podría aumentar en los 200 metros combinados, que ganó en Londres, cuya semifinal se disputaba anoche.
El martes había dejado el tanque de la gasolina en la final de los 200 metros mariposa, la prueba más importante para él en estas justas, y en los relevos 4×200 m, con victoria en ambos.
“He puesto mi cuerpo en cosas como estas en los últimos años, y tengo esperanza de que pueda hacerlo una vez más”, dijo Phelps en la zona mixta.
Y lo demostró unas 14 horas después, con reserva aún de gas, para hacerse con el tercer mejor tiempo (1:58.41) en las eliminatorias, 1.03 segundos atrás de Ryan Lochte, plata hace 4 años y actual campeón mundial.
Sigue la suma
Estados Unidos tiene 18 preseas en esta edición de la natación olímpica, lejos, muy lejos, de las 4 que suma Hungría (3 O – 1 B), Australia (2 O – 2 B), Reino Unido (1 O – 1 P) y China (1 O – 2 P – 1 B).
Katie Ledecky, Lilly King y Ryan Murphy también subieron a lo más alto del podio en pruebas individuales.
Otra marca de la cual presume el Tiburón de Baltimore es que hasta el momento es el único nadador de 30 años o más que ha ganado una presea de oro de manera individual en unas justas olímpicas.
Destino
Phelps es el amo y señor de esta prueba desde Atenas 2004. Lochte, quien se quita presión asegurando que no es favorito, siempre lo ha acompañado en los escalones inferiores del podio.
Lochte disputará solo esta prueba individual en Río; fue oro en los relevos 4×200 m libres, al igual que Thiago Pereira, cuyo destino quiso que naciera en la misma generación de estos grandes.
¿Mala suerte?
El brasileño se ha quedado desde 2004 con las ganas de colgarse una medalla en esta prueba, que es su favorita y la única que disputa en Río. “A veces la gente me pregunta: ¿crees que fue mala suerte haber nacido en la generación Phelps, de esos tres? Mucho de lo que evolucioné fue por ellos; esto ayuda. Uno no quiere perder y acaba esforzándose más”, expresó el brasileño recientemente en una entrevista con la TV Globo.
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