Brasil comenzó con una deuda costosa su camino en el torneo de futbol masculino de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, al empatar sin goles ayer con Sudáfrica en partido del Grupo A disputado en Brasilia.
La Seleçao, que carece del oro olímpico en su rico palmarés, se encontró a unos bafana bafana tirados en defensa en buena parte de los 90 minutos, y a la espera de pescar en río revuelto, un panorama que complicó la dinámica de juego del combinado del astro Neymar, que mostró dos caras en el encuentro.
Más temprano, en el mismo estadio mundialista Mané Garrincha y ante un escasísimo público, Dinamarca e Irak firmaron un 0-0 en un partido discreto y con escasas situaciones de peligro en ambos arcos.
La segunda fecha de esta zona será mañana.
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