El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) y la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) lanzaron ayer un llamado a los sectores de la sociedad para dialogar de manera integral y técnica la situación financiera del Estado, así como a presentar propuestas para elevar la carga tributaria del país.
José González Campo, presidente del gremio, explicó que la convocatoria nace de la necesidad que tiene el Estado de obtener más recursos para cubrir las necesidades básicas de salud, seguridad, educación e infraestructura, entre otros.
“El objetivo en los Acuerdos de Paz era alcanzar una carga impositiva del 13.3 por ciento, con el 6 por ciento de crecimiento económico, ahora eso nos marca una meta a llegar”, dijo Felipe Bosch, titular de Fundesa, al añadir que la sugerencia promueve que se discuta en una mesa abierta lo que el país requiere para lograr esa cifra.
Julio Héctor Estrada, ministro de Finanzas, calificó como positivo el llamado que realizó el grupo. No obstante, aclaró que el diálogo tendría que ser convocado por el Estado.
Temas a discutir
Carlos González, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, opinó que los temas urgentes a discutir pasan por revisar el esquema fiscal, fortalecer los ingresos y subir la carga de 10.1 por ciento, que está en la actualidad, a 15, para reducir la necesidad de endeudamiento.
“Es oportuno traer el tema a discusión porque la reforma de 2012 no tuvo los efectos esperados”, subrayó el experto.
Abelardo Medina, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, opinó que de concretarse la propuesta, debe garantizarse la participación de toda la sociedad, para abordar aspectos como la eliminación de privilegios fiscales, el combate a la evasión y el aumento de impuestos.
Actores involucrados
A criterio de los convocantes, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Procuraduría de los Derechos Humanos, el Arzobispado de Guatemala, la Alianza Evangélica, la Universidad de San Carlos de Guatemala, los partidos políticos y los tanques de pensamiento deberían participar en este proceso.
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