Autoridades de Gobierno, encabezadas por el presidente Jimmy Morales, visitaron las instalaciones de la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ). Constataron que la construcción de su infraestructura se dio de acuerdo con estándares internacionales y que el equipo de operación es de última tecnología. Además de dichos puntos, se determinó que el 95 por ciento de los 61 trabajadores (se espera que lleguen a 480) es guatemalteco, entre quienes figuran no menos de 15 mujeres.
El equipo de última generación, según Gabriel Corrales, director general adjunto de la empresa, convierte a TCQ en la terminal más moderna de Centroamérica, pues es apto para manejar buques de gran magnitud, lo cual fortalece la competitividad del país en la región coadyuvando con la economía y la generación de empleos, por lo que se espera una pronta solución a los problemas legales que se llevan en proceso por la supuesta anomalía en el contrato de usufructo. “Tan pronto nos den el visto bueno, estamos listos para operar”, afirmó.
La TCQ podría ser “una de las grandes columnas del desarrollo económico de Guatemala, pues no hay una terminal como esta desde la mitad del territorio mexicano hasta Panamá, por lo cual puede ser una de las principales formas de desarrollo para el país. Sin embargo, todo debe hacerse con transparencia, mediante la defensa de los intereses del país y la continua lucha contra la corrupción”, manifestó el mandatario, quien estuvo acompañado por los ministros de Economía, Rubén Morales, y de Finanzas, Julio Héctor Estrada, así como de la procuradora general de la Nación, Anabella Morfín.
Sobre la propuesta del interventor de la referida terminal, Alexánder Aizenstadt, de resarcir al Estado por US $43.2 millones, a lo cual APM Terminals, dueña de TCQ, ha aceptado, la procuradora indicó que esta semana se tendrán reuniones con personeros de la empresa y los encargados de los Ministerios involucrados, con el fin de establecer si la cifra es suficiente. “Se está analizando el monto. En todo caso estoy convencida de que hay absoluta urgencia de resolver el problema”, aseguró.
Aizenstadt, por su parte, refirió que la situación financiera de la institución es compleja y, aunque entrara a funcionar pronto, a los ingresos que produzca habría que sumarle US $18 millones para este año y US $21 millones para 2017, recursos que tendrían que venir de otras fuentes.
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