El presidente Barack Obama fue el principal orador en la Convención Nacional Demócrata, para apuntalar a Hillary Clinton.
Aunque Obama sustituyó a Clinton al frente de su aparato diplomático para su segundo mandato, en el proceso interno para las elecciones de este año no dejó dudas de su apoyo, pese a que ha mantenido neutralidad en la disputa. Sin embargo, la esposa de Obama, Michelle, pronunció el lunes un discurso en respaldo a la postulante, en la jornada inicial de la convención, en el que calificó como una perspectiva histórica la eventual llegada de una dignataria como cabeza de Estado.
Obama, el primer afroamericano en llegar a la Presidencia de EE. UU., podrá, a su vez, dar un testimonio privilegiado de la importancia de crear ahora las condiciones para que el partido lleve a una fémina al Gobierno. Al cierre de esta edición, se preveía que las palabras del gobernante no defenderían solo la candidatura, sino también su propio legado, como el que abrió las puertas a cambios fundamentales. De acuerdo con fuentes cercanas al Gobierno, Obama ha trabajado en su disertación desde hace varias semanas. Sin embargo, la jornada fue marcada de nuevo por Donald Trump.
No hay vínculo ruso
El republicano calificó ayer a Obama de ser un desastre y no dudó en considerarlo como el mandatario más ignorante de toda la historia. Asimismo, Trump indicó que no tiene nada que ver con Rusia, en respuesta al señalamiento de la supuesta influencia de Moscú en su campaña. Acorde al político, el mandatario ruso Vladimir Putin “dijo una cosa agradable, que soy un genio, pero no lo conozco”, se defendió.
Asimismo, ayer el Kremlin negó cualquier injerencia en la campaña electoral de EE. UU., después de que Obama dijera en una entrevista que era posible que Rusia estuviera detrás de una filtración de correos electrónicos, que puso en apuros al Partido Demócrata.
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