La agricultura es la segunda causa principal del calentamiento del planeta.
Las personas son conscientes de que la tala de los bosques es un factor importante en el cambio climático, y por el contrario de que la conservación y el uso sostenible de los bosques del mundo contribuirán significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Acuerdo de París, adoptado por 195 partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático a finales del año pasado, fue un punto de partida importante reconociendo que los bosques son fundamentales en la lucha contra el cambio climático.
Los bosques actúan como sumidero de carbono, almacenando los gases de efecto invernadero en su biomasa, la hojarasca y los suelos. Pero también se debe a que la deforestación y la degradación de los bosques son responsables de entre el 10 y el 12 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, y junto con la agricultura, son la segunda causa principal del calentamiento del planeta.
Los científicos reconocen que una gestión racional de los bosques y de la cubierta forestal contribuiría a combatir el cambio climático. Para dar una idea, 123 plantones de árboles cultivados durante 10 años pueden atrapar el carbono emitido por un auto conducido por un año.
La adopción de estrategias forestales sostenibles es especialmente importante para los países en desarrollo, dado que los mayores volúmenes de emisiones de carbono de los bosques se producen en el hemisferio Sur.
Una opción interesante, es la utilización de la dendroenergía y de los productos madereros para reemplazar diversos materiales fósiles. Es evidente que la cuestión clave es la sostenibilidad, pero la dendroenergía puede acercarse al neutro de carbono si la biomasa se obtiene de bosques manejados de forma sostenible.
El mundo está llegando a un punto de inflexión en las estrategias de desarrollo: ya no es necesario talar los bosques para producir más alimentos. Según un estudio de la FAO publicado en julio, más de 20 países han demostrado de manera convincente que el aumento de la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la protección de los bosques no son excluyentes.
Si más países siguen este ejemplo, mediante la elaboración de sistemas integrados y equilibrados del uso de la tierra, será una de las acciones importantes que podemos realizar en pro de la mitigación del cambio climático y de la sostenibilidad del planeta.
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