Los países de Latinoamérica y el Caribe tendrán una contracción en su tasa de crecimiento de -0.8 por ciento en 2016, una caída mayor a la observada en 2015 (-0.5), con un comportamiento heterogéneo entre países y subregiones. En el caso de Guatemala, se proyecta que finalizará en 3.5, una reducción de 0.6 en comparación con el 4.1 del cierre oficial del año pasado.
“La capacidad de los países para acelerar depende de los espacios para adoptar políticas que apoyen la inversión. Estas deben acompañarse con esfuerzos para cambiar la conversación entre el sector público y las empresas privadas. Aumentar la productividad es también un desafío clave para avanzar en una senda dinámica y estable”, declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en la presentación del Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016.
Enfoque
En términos reales, la variación interanual del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala para este año está en el rango del 3.1 y 3.9 por ciento. Tomando en cuenta el acontecer global, se prevé un cierre entre el 3.5 y 3.6, informó Sergio Recinos, presidente interino del Banco de Guatemala.
El planeta mantendrá un bajo ritmo, el cual irá acompañado de una lenta expansión del comercio, el cual no ha logrado recuperar los niveles registrados antes de la crisis financiera global.
Otros aspectos
A lo dicho se suma el deterioro en los precios de exportación de los productos básicos de la región y la mayor incertidumbre y volatilidad financiera internacional, que han aumentado tras la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea (el llamado Brexit).
Centroamérica crecerá 3. 8 por ciento gracias al impulso de una mejora en sus términos de intercambio, producto de un menor precio de los hidrocarburos, la recuperación de su demanda externa e interna y un aumento de los ingresos por remesas. El Caribe, en tanto, sufrirá una contracción de -0.3 por ciento en su PIB, se dice en el análisis.
Acciones básicas
Para retomar la senda del crecimiento el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2016, que elaboró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomienda cambiar las estructuras tributarias para mejorar la recaudación y la progresividad, fortalecer el impuesto sobre la renta, tanto de personas como de empresas, así como combatir la evasión y elusión fiscal.
También es necesario promover alianzas renovadas público-privadas y políticas que creen incentivos para canalizar el financiamiento hacia los objetivos de desarrollo. Además, se debe potenciar la inclusión financiera como una política de inserción productiva mediante la creación de mercados e instrumentos innovadores.
“Ante la contracción se necesita un cambio estructural progresivo con un gran impulso ambiental que promueva un desarrollo basado en la igualdad y la sostenibilidad”, expresó Alicia Bárcena, titular de la Cepal.
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