Con el objetivo de preparar al país ante la llegada de una canícula prolongada, derivado del cambio climático y sus efectos sobre la salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Guatemala (FAO, por sus siglas en inglés) presentó las propuestas que han implementado en áreas del Corredor seco, las cuales han ayudado a solventar la falta de agua y mitigar desnutrición en las regiones.
Estas prácticas consisten en la recolección de agua de lluvia a través de estructuras de ferrocemento y geomembranas que ayudan a producir los alimentos mientras conservan los suelos.
“Este es un mecanismo que temporiza la secuela nociva de la sequía a través de los suelos, si estos están trabajados adecuadamente retendrán la humedad necesaria para estos fines”, indicó Mynor Estrada, representante asistente de ente en mención.
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