Guatemala es un país rico en sitios turísticos con belleza natural, arqueológica, mitológica y espeleológica, tal es el caso de las Cuevas del río Candelaria, situadas en el kilómetro 309, entre los municipios de Raxruhá y Chisec, Alta Verapaz, cuyo parque nacional fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación, en el Acuerdo 188-99 del Ministerio de Cultura y Deportes.
El lugar es un sistema de pasadizos y afluentes subterráneos donde se realizaban peregrinaciones, una actividad de suma importancia para la civilización maya y que sirve de refugio para la diversidad de flora y fauna.
Durante un recorrido por la zona, Sandra Molina Victoria, guía del Instituto Guatemalteco de Turismo, explicó que existe un relato el cual asegura que las grutas son las puertas de entrada a Xibalbá (inframundo), donde los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué descendieron para enfrentar y vencer a los dioses para luego convertirse en el Sol y la Luna, tal como relata el Popol Vuh.
Al adentrarse en la zona se pueden apreciar diversas formas en cada rincón, destacan dos fisuras en el suelo que en la época lluviosa se llenan con agua hasta convertirse en un estanque.
Música ancestral
Cuando se escucha la palabra marimba, se piensa de manera automática en el objeto musical de madera. Sin embargo, en ese paraje existe un instrumento natural, hecho por estalactitas que, al palparlas, emiten un sonido similar al de nuestro símbolo nacional.
Cristian Cacao, guía local, resaltó que el nombre de esa superficie se le dio por tener similitud con la figura de un soldado portando un rifle, la cual se puede observar al finalizar el recorrido y mirar hacia atrás.
Integrantes de la Asociación Maya Q’eqch’i de Desarrollo y Turismo de Candelaria Camposanto informaron que se dedican a proveer servicios de recorrido por las cavernas, alquiler de equipos y charlas informativas, entre otros, a los visitantes.
Belleza resguardada
Daniel Dreux, topógrafo francés, visitó Guatemala por primera vez en 1974, tras un recorrido por Sudamérica para hacer películas y documentales. En 1985 regresó al país y observó que el sitio presentaba un deterioro.
“Las comunidades se instalaron en la orilla del río Candelaria y quemaban la selva para sembrar maíz, eso ponía en riesgo la zona”, expuso el europeo, quien para evitar un desastre adquirió legalmente los derechos de posesión, con el cual se impidió que más hectáreas de la selva tropical se quemaran, en especial, las de ese ecosistema.
Las Cuevas de Candelaria forman parte del proyecto Puertas al Mundo Maya; una combinación de productos turísticos del norte de Alta Verapaz y de Petén, con destinos situados en puntos accesibles desde la ciudad de Guatemala.
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