Lo que nos deja el Brexit es una reflexión profunda sobre los procesos de integración regional en los político y económico.
El Reino Unido decide salirse de la Unión Europea, (UE) pierde a un primer ministro, su moneda está devaluándose por los suelos, pero momento, aún les queda Boris Johnson.
¿Quién es este famoso personaje? Boris Johnson es un político conservador de 51 años, quien también ha sido periodista, claro, es uno de los principales líderes de la campaña #VoteLeave para abandonar la Unión Europea, y probablemente será uno de los sucesores tras la renuncia del primer ministro David Cameron.
El perfil de Boris Johnson se consolidó con este triunfo, cuyos analistas y el mismo Cameron no pensaron que iba a pasar, lo impensable pasó, lastimosamente para ellos.
Boris Johnson, goza de buen prestigio y es popular entre los grupos conservadores de su país, tiene un estilo excéntrico y proviene de una de las familias privilegiadas de Inglaterra. Mientras tanto, una gran parte de la población experimenta el llamado Bregret, síntoma de arrepentimiento o etapa de incertidumbre ante las consecuencias negativas que podría traer una eventual separación de la Unión Europea.
Algunos se sienten engañados por las falsas promesas de la campaña nacionalista, otros manipulados y otros aún se mantienen con la convicción de que la salida es lo mejor para su país.
Ahora hagamos un repaso de los principales ofrecimientos de la campaña #VoteLeave que tanto eco hizo en la sociedad del Reino Unido.
Prometer el desvío de los fondos para salud pública en vez de pagar a la UE. El otro líder de esta campaña Nigel Farage reconoció que fue muy ligero de su parte prometer algo que no podrán cumplir, ya que reconocieron que para seguir teniendo relaciones comerciales con el bloque, tendrán que pagar derechos.
El segundo ofrecimiento, también fallido, es el tema migratorio. Asumir el control total de las fronteras es un mito, ya que reconocen nuevamente que no quieren perder el acceso al mercado con el bloque, y para eso deberán permitir la entrada de trabajadores europeos a su país, tal y como actualmente lo hace Noruega.
La Unión Europea se reúne hoy y mañana en Bruselas para definir sin mucho drama sobre el qué hacer en el caso Brexit y los términos de su salida.
Hay analistas que persisten con la postura de que la decisión del referendo se puede revertir con un veto de la Reina o con un cambio de Gobierno, pero esas opciones son posibilidades más bien desesperadas.
Lo que nos deja el Brexit es una reflexión profunda sobre los procesos de integración regional, dónde hay que innovar para estar en la vanguardia y reformar el carácter político y económico.
Lo ocurrido en el Reino Unido también nos llama a visualizar si únicamente lo económico es lo que nos favorece, ya que el eje político nos ha demostrado un sistema complejo y burocrático no vinculante ni positivo para la integración, al menos el de la realidad de nuestra región centroamericana.
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