La capital chilena comenzó esta semana bajo su primera emergencia ambiental del año, debido a la alta contaminación. Esta disposición paralizó al menos el 40 por ciento del parque automotriz. La medida fue adoptada debido a las malas condiciones de ventilación y con el objeto de resguardar la salud de la población, indicó un comunicado difundido por la Intendencia (Gobernación) de Santiago.
Esta medida, la primera desde junio de 2015, es la máxima alerta que contempla la legislación de Chile, y se toma cuando los niveles de polución de las 11 estaciones de medición de la calidad del aire de Santiago superan el nivel 500 de material particulado.
Ayer fue día feriado, por lo que, además del grupo de unidades automotrices detenidas y que no es menor a los 1.9 millones, se paralizaron 2 mil 558 fuentes fijas industriales de emisión.
Más medidas
También se prohibió el uso de calefactores derivados de madera y se recomendó no realizar actividades deportivas al aire libre. Esto incluyó clases de educación física en colegios, pues durante el feriado se habitúa esa práctica. La medida se toma luego del decreto de 9 preemergencias en esa localidad, cuya población no es inferior a los 6.1 millones de habitantes.
Santiago es una de las capitales de la región con altos niveles de contaminación a raíz de una combinación de factores geográficos, climáticos y medidas poco eficientes. La ciudad padece por la contaminación en invierno a causa del encajonamiento geográfico, ubicada en un valle rodeado de cerros y la Cordillera de los Andes.
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