En el enunciado visual se representa un fragmento de la realidad perceptible y un cierto contenido o fragmento semántico de la realidad simbólica.
En el contexto actual, los rostros y figuras que protagonizan los diarios, las redes y los medios en general, nos son tan familiares como lo eran en otro momento. En este punto de los procesos judiciales en los que se han visto involucrados tantos exfuncionarios por delitos contra la administración pública, ya asociamos los espacios en tribunales, los personajes, las expresiones e interacciones, el telón de fondo a las conferencias de prensa y una serie de elementos perceptibles en las fotografías e imágenes que acompañan la coyuntura.
La imagen se puede definir como una forma material (gráfica, plástica, arquitectónica), que puede ser la representación, directa o indirecta, inmediata o extrapolada, de un referente material, moral o intelectual. En este sentido, se constituye en una forma de representación y objeto de uso en la práctica cotidiana, esto implica la comprensión de las representaciones visuales y audiovisuales (en sus variantes fotográficas, cinematográficas, videográficas y cibernéticas) en la formación de conocimiento sobre la realidad.
La imagen debe ser estudiada a partir del contexto en que se produce y consume, en tanto, que es una selección y una abstracción del entorno. Así, sus posibles significados dependen de su contextualización; es decir, de su relación con un marco de interpretación que la ancla a un momento y espacio determinado, en el cual, se produce, exhibe y a analiza, que a la vez, la relaciona con otros productos visuales y textuales. Por ejemplo; una fotografía de la fiscal general o del expresidente nos plantean un mensaje muy diferente ahora, que a inicios del año pasado e incluso antes.
El hecho de observar una imagen como objeto relevante de conocimiento, emerge por medio de la acción de poner en juego, tal retrato, con un conjunto de prácticas discursivas en un contexto de actividad específica. La fotografía posee un conjunto de significaciones diversas que no necesariamente están vinculadas entre sí, pero es la unidad de estas que constituye la imagen; de forma que puede ser entendida como una relación, un vínculo, una mediación, cuyo sentido y significado no puede desvincularse de su contexto originador.
El estudio de las formas visuales, debe permitir ver su complejidad a partir de las diferentes formas de representación. Esto implica siempre una recontextualización que requiere, no solo valorar la imagen en sí misma, sino también en los marcos institucionales que le dan significado.
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