Argentina y Chile jugarán la gran final de la inédita Copa América Centenario un año después de que la roja lograra en su casa su primer título de la competición, y extendiera la sequía albiceleste de más de dos décadas.
La roja, con su generación dorada en plena madurez, será el domingo un duro escollo para el objetivo de la encumbrada albiceleste de cortar una racha de 23 años sin títulos.
La final entre los equipos del Cono Sur en East Rutherford, Nueva York, será una batalla entre formaciones con altísimo poder de fuego: Argentina anotó 18 goles en 5 partidos, y Chile, 16 en igual número de juegos.
El chileno Eduardo Vargas, con 6 tantos, y Lionel Messi, con 5, son los máximos goleadores de la Copa, que se juega por primera vez fuera de Sudamérica.
Frente al anfitrión, Estados Unidos, Messi se convirtió en el goleador histórico de la albiceleste, y a Vargas le faltan dos para transformarse en el máximo artillero en activo del certamen.
Tormenta fugaz
Chile fue una tormenta fugaz de 10 minutos el miércoles en el Estadio Soldier Field, de Chicago, pero le alcanzó para alzarse con el boleto a la final del domingo en el MetLife Stadium.
Las dos horas y media de suspensión al final del primer tiempo por una tormenta eléctrica no le sirvieron a Colombia para
barajar y dar de nuevo.
Alguna ofensiva esporádica guiada por James Rodríguez fue insuficiente frente al seleccionado chileno, que se paró ordenado para defender el triunfo y llegar a su segunda final seguida.
Obsesión
Chile buscará amargarle la vida otra vez a una Argentina que está obsesionada con terminar con la sequía que se extiende desde Ecuador 1993.
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