Una batalla internacional en torno a una escultura de Picasso, culminó el miércoles, tras un acuerdo financiero entre las partes, evitando así un juicio que comenzaría en septiembre en Nueva York, Estados Unidos.
“El conflicto implicaba a la hija y a la nieta del artista español, a un agente de Londres, que había negociado la compra de la escultura en 2014 para la familia imperial de Catar, y a un comerciante de arte estadounidense, quien también la había comprado en mayo de 2015”.
Los herederos de Picasso aceptaron pagar un monto no precisado a Pelham Europe, el agente londinense de la familia real de Catar, que había negociado en noviembre de 2014 la compra de la escultura Buste de Femme (Marie-Thérese) con la hija de Picasso, Maya Widmaier-Ruiz Picasso.
Pero la venta se frustró unos días antes del último pago. Según Pelham, la hija de Maya, Diana, no estaba de acuerdo con la venta y había negociado por su parte vender la escultura a Larry Gagosian, un comerciante. La galería Gagosian la vendió luego al multimillonario Leon Black, fundador de la sociedad de inversiones Apollo Global Management, por un monto desconocido.
Este habría recibido la estatua en febrero, una vez culminada una exposición de obras de Picasso, de la cual era parte, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
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