Las pasadas elecciones en Perú tuvieron sorpresas de último momento, ante una apretada votación. Finalmente esa nación tiene Presidente.
El ganador Pedro Pablo Kuczynski por el partido político Peruanos por el Kambio PPK, triunfó con un margen de 42 mil 697 votos en los recién concluidos comicios de Perú. En la historia de ese país, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) reportó el estrecho margen entre los candidatos, ya que en conteo final fue una victoria del 50 por ciento sobre 49.9 por ciento de Keiko Fujimori.
Varios hechos ocurridos antes del día de acudir a las urnas contribuyen a que la candidata Keiko perdiera las elecciones, siendo la ganadora de la primera vuelta electoral, ella y su partido enfrentaron el tsunami político, no por la oposición que supo montarse en la ola, sino las graves acusaciones por parte de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) quienes investigan a once congresistas supuestamente vinculados al narcotráfico; además, del testimonio que ofreció el piloto peruano Francisco Vásquez acusando, supuestamente, a Keiko y a su partido Fuerza Popular de lavar 15 millones de dólares en compras de gasolineras.
A todo esto, la oposición PPK se alió con otros partidos políticos, siendo el liderazgo vital de la excandidata de Frente Amplio Verónika Mendoza, teniendo un rol relevante en esta manifestación pacífica del 31 de mayo, lo que le restó votos a PPK, o al menos, hizo reflexionar el voto contra Keiko Fujimori, con el eslogan que rápidamente pegó en la clase media peruana “no al narcoestado” en referencia de no continuar con el fujimorismo.
Ser testigo de la pasada marcha, me hizo recordar la campaña del “no le toca”, sabía que esa manifestación contra el narcoestado iba a pegar en la sociedad peruana, sobre todo, en los jóvenes urbanos, aún no tengo datos por segmentos de población del comportamiento del voto, pero me atrevo a adelantar que fueron más de 100 mil personas, al menos en Lima, quienes salieron a manifestarse, en Cusco donde me tocó ser testigo de la manifestación, la plaza estaba llena, incluso algunas de las calles cercanas, y observé familias, jóvenes, niños y ancianos, me hizo recordar que estaba nuevamente en la Plaza.
Pero todo esto no hubiera pasado si la oposición no se hubiera unificado para contrarrestar la popularidad de Keiko, supieron organizarse en tiempos de oportunidad, que la misma crisis política les otorgó, el liderazgo de Verónika del Frente Amplio, siendo de izquierda, otorgó su respaldo al PPK siendo de tendencia liberal.
El Frente Amplio, es una agrupación que tuvo un papel relevante para hacer reflexionar el voto en la región del sur de Perú.
Latinoamérica vive actualmente una era de accountability o al menos los Gobiernos están inclinándose hacia ese camino. Mientras escribo esta columna, en México se aprobó en comisiones la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción; Honduras lleva su proceso con la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras; y Sudamérica parece también unirse a la ola.
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