Escenografía colorida, audiovisuales, fantasía, alegría y amistad son algunas de las manifestaciones que podrá observar el público al presenciar la obra El mago de Oz, que sube a escena todos los domingos de junio a las 11:00, en el teatro Las Máscaras del Grand Tikal Futura, por la compañía de teatro para niños Bravo, bajo la adaptación, producción y dirección de la primera actriz Ana María Bravo.
“El teatro como cultura es necesario, por eso hay que darle más a la juventud, porque es un entretenimiento sano que enseña valores y eso es lo que buscamos. Además, en esta producción lo que queremos es llegar a los niños y padres para que sepan lo importante que es convivir en familia”, expresó la productora.
Puesta en escena
La obra está basada en la novela homónima del escritor estadounidense Lyman Frank Baum, que fue llevada a la pantalla grande en 1939 por la Metro Goldwyn Mayer. El escenario contará con la participación escénica de 8 actores, los que darán vida a diversos personajes, indicó Bravo
La pieza expone la historia de una niña de 9 años que es arrastrada por un tornado desde el estado de Kansas, Estados Unidos, hasta una tierra fantástica. Ella busca conocerse y con ese propósito va encontrando amigos, como un espantapájaros que habla y un león cobarde, entre otros seres fabulosos.
Teatro tecnológico
“Queremos que el niño observe arte de calidad. Pero no me refiero solo a buenos vestuarios y escenografía fantástica, sino también detalles que no hay que perder”, añadió la actriz previo a señalar que la puesta en escena tiene efectos digitales.
Con el apoyo tecnológico a la escenografía, la productora pretende que el escenario resulte atractivo y dinámico para el público.
“Mi experiencia como productora de teatro, me ha llevado a ser muy meticulosa en asegurar que los espectadores no pierdan ningún detalle de la obra; siempre pongo algo nuevo e innovador para satisfacer y entretener, y llevar un mensaje positivo en cada pieza”, puntualizó la directora.
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