Lima se prepara para las elecciones de un nuevo Gobierno, ante un escenario de desequilibrio en los poderes de Estado.
Atrás quedaron los días de terror de los distritos que en Lima vivieron durante el conflicto con el grupo Sendero Luminoso y grupos afines. Los toques de queda son recuerdos de los jóvenes que no sabían que vivían en una zona de conflicto, más bien era la excusa para jugar a las escondidas ante la ingenuidad de la niñez, al no saber que esa noche tal vez un edificio vecino podría ser derribado por actos de los terroristas.
La herencia Fujimorista, dejó secuelas de un conflicto que aún no termina de sanar, entre la complejidad de los poblados masacrados donde sobreviven las víctimas, hasta los militares y policías que fueron blancos de ataques constantes. Lima vive ahora un tiempo de gran desarrollo y bonanza, siendo una de las ciudades más visitadas por sus excelentes concursos de cocina internacional, hasta por el legado cultural Inca, su valioso patrimonio.
La candidata favorita para estas elecciones presidenciales definitorias en junio es Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori quien cumple condena en prisión por diversos delitos, entre ellos violaciones a los derechos humanos durante su mandato. Keiko Fujimori promete no ser una candidata de todos, pero sí la primer Presidenta mujer de Perú, como ella lo indica en sus mitines políticos. Ella posee dos puntos fuertes. Uno es el patrimonio de cierto sector de la población que su padre logró conquistar, en términos macroeconómicos y de control de la inflación. También está la derrota de Sendero Luminoso y la caída de Abimael Guzmán. Tiene una base importante de militantes y admiradores en diversos sectores populares.
Sus debilidades son conocidas y tienen que ver con el financiamiento de sus estudios y su estilo de vida opulento; además, cuestionamientos sobre el partido que la impulsa.
Ciertamente, el legado de su padre condenado no solo por violaciones a los Derechos Humanos, también por delitos de corrupción, hace que se cuestione su candidatura ante posibilidades latentes de corrupción y tráfico de influencias. La ventaja de Keiko en el campo de los votos escrutados fue la cuasi victoria en la primera vuelta electoral con 39.86 por ciento frente al candidato de oposición Pedro Pablo
Kuczynski del Partido Peruanos por el Cambio, ninguno logró alcanzar el 50 por ciento más uno en la primera vuelta y es ahora que las cartas están puestas para esta segunda convocatoria definitoria.
La Alianza de la oposición por el Gran Cambio fue una unificación política formada en diciembre del 2010 por el Partido Popular Cristiano, el Partido Humanista Peruano, el partido Restauración Nacional y el partido Alianza para el Progreso con el fin de lanzar la candidatura de Pedro Kuczynski a la presidencia del Perú.
Se tiene previsto que la oposición alcance más escaños en el Congreso, pero las presidenciales aún están por decidirse, ¿habrá sorpresas de último minuto para este 5 de junio?
Deja un comentario