Jerarquía, competitividad, prestigio y hambre de gloria definen al sector A de la Copa América, considerado el grupo de la muerte debido al alto calibre de sus integrantes: Estados Unidos, Colombia, Costa Rica y Paraguay.
Guaraníes y cafeteros no solo se caracterizan por su nivel futbolístico, sino por ser los únicos del apartado que poseen títulos en sus palmareses, 2 y 1, respectivamente, logros que de alguna manera les dan un cierto estatus.
Sin embargo, para los representativos del Cono Sur sortear a los estadounidenses y costarricenses, combinados de la Concacaf, que a base de constancia y sacrificio han aumentado sus bonos, se convierte en una tarea compleja de resolver.
Los colombianos pretenden recuperar la mística plasmada en el Mundial de Brasil 2014, en el que demostraron que una de sus principales fortalezas es la potencia ofensiva. Aunque su actuación en la Copa América 2015 fue discreta, el anhelo es reivindicarse en la tierra del Tío Sam.
Los paraguayos han luchado desde 2011 en busca de una refundación, indispensable por la transición generacional de sus jugadores, por lo que otra prueba de fuego será cuando debuten, contra la notoria Selección tica, que cuenta con los elementos suficientes para nuevamente sorprender.
El cuadro de las barras y las estrellas, después de perder contra México la final de la Copa Oro, vuelve a contar con una oportunidad en casa para demostrar su progreso, o bien reflejar que no es un candidato a los títulos, sino solo animador de certámenes.
Las figuras
Nelson Valdez, de Paraguay; James Rodríguez, de Colombia, y Bryan Ruiz, de Costa Rica, son los llamados a deslumbrar y conducir a sus respectivos conjuntos a las fases finales de la edición especial del torneo, y amargarle la fiesta
al anfitrión, Estados Unidos, de Clint Dempsey, que inaugurará el campeonato frente a los cafeteros, el 3 de junio en el Levi’s Stadium, Santa Clara, California.
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