Los incendios forestales en el oeste de Canadá devoraron ayer un campamento, con 665 viviendas de trabajadores petroleros, que había sido evacuado por orden de las autoridades debido al avance del fuego, el cual amenaza a otros 18 conjuntos de viviendas en Fort McMurray.
Las llamas siguen avanzando con ferocidad y mil bomberos, con apoyo aéreo y terrestre intentan proteger otros sitios que están bajo amenaza de fuego, lo que llevaría el total de viviendas en riesgo a 4 mil, explicó la primera ministra de la provincia de Alberta, Rachel Notley.
La orden de evacuación obligatoria se dio el lunes para todos los campamentos e instalaciones petroleras, entre el norte de Fort McMurray y el sur de MacKay, donde existe toda una zona de arenas petrolíferas.
En total, 100 mil personas han abandonado los alrededores de Fort McMurray. El grupo canadiense Suncor detuvo las operaciones en sus instalaciones en la zona afectada por la orden de evacuación, por segunda vez desde que comenzó la crisis de los incendios forestales.
En su último boletín del martes, el servicio de incendios de Alberta reportó 19 focos activos (el lunes había 15) en toda la provincia, de los cuales 4 están fuera de control.
Tras avanzar hacia al este, el incendio que comenzó el 1 de mayo en la frontera de Fort McMurray estaba ayer a 10 kilómetros de la frontera de la vecina provincia de Saskatchewan.
Alcance
El fuego ha devastado 2 mil 900 kilómetros cuadrados de bosques, alimentado por el clima caliente y seco y vientos de 40 kilómetros por hora.
De acuerdo con las previsiones de la organización Conference Board, la producción petrolera de la región se ha visto reducida en 1.2 millones de barriles por día en promedio, lo que ha redundado en una baja del Producto Interno Bruto de la provincia en US $1 mil millones (Q7 mil 740 millones).
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