La Ley Sherman es uno de los orígenes de la libre competencia y debemos empezar por entender que es una ley de antimonopolios.
La Ley Sherman se firmó en 1890, siendo una de las primeras leyes antitrust, luego viene el nacimiento de otras leyes, como la Ley Clayton y la Ley de la Comisión Federal de Comercio, las cuales son también leyes que prohíben prácticas comerciales que privan irracionalmente a los consumidores de los beneficios de la competencia.
Esta ley fue producto de la creciente preocupación por la concentración del comercio y de la industria, y de la hostilidad pública contra las empresas gigantes de finales del siglo pasado en Estados Unidos. La competencia era eliminada en los mercados y los consumidores sufrían las consecuencias, sobre todo, los empresarios de la pequeña y mediana empresa. En consecuencia, los mercados se estancan y la iniciativa de los individuos se debilita.
La Ley Sherman fue concebida como una amplia carta de libertades económicas dirigida a preservar el ejercicio de una competencia libre e irrestricta, como norma de comercio. La Ley se fundamenta en la premisa que la libre interacción de las fuerzas competitivas generará una mejor asignación de nuestros recursos económicos, precios más bajos, mejor calidad y el máximo progreso material, al mismo tiempo que produce un entorno que nos permita preservar nuestras instituciones políticas y sociales democráticas. Estas leyes son creadas con el fin de declarar contratos ilegales por combinación y conspiración que limiten el comercio interestatal y extranjero.
Entre estos, los acuerdos de precios fijos, arreglar licitaciones, repartirse clientes y territorios, son acciones delictivas totalmente mayores. La Ley Sherman, también convierte en delito monopolizar cualquier parte del comercio interestatal. Existe un monopolio ilegal cuando una empresa controla el mercado de un producto o servicio, y ha obtenido dicho poder de mercado no porque su producto o servicio supere a los demás, sino porque suprimió la competencia con conducta anticompetitiva. Sin embargo, no se viola la ley simplemente cuando la competitividad y los precios más bajos de una empresa les quitan ventas a competidores menos eficientes; en dicho caso, la competencia está funcionando correctamente.
En Guatemala el debate está vigente, cuando tenemos al menos cuatro propuestas sobre una ley de libre competencia que se debe firmar a finales de noviembre de este año, para honrar parte de los acuerdos adquiridos con el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea. Guatemala es uno de los países en Latinoamérica que no tiene ley sobre libre competencia; sin embargo, los especialistas recomiendan un debate sobre el rumbo que como país debemos tomar sobre este tema, ya que no nos podemos aislar y quedar atrás; lo importante es integrarse, pero bajo nuestra óptica.
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