Los exportadores han descrito las necesidades del sector para recuperar el liderazgo económico del café.
Este es el último de tres artículos en que describo el contenido del Análisis de la cadena productiva del café de Guatemala, publicado recientemente por la Asociación de Exportadores de Café (ADEC).
El documento concluye mencionando una agenda prioritaria del sector exportador, sumada a una sección de conclusiones y reflexiones finales.
Respecto de la agenda, menciona la importancia del consenso entre las entidades del Consejo de Política Cafetera, pero brinda especial relevancia al rol que deben jugar el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación y de Economía, como referentes para apoyar la producción y desarrollo de la cadena del café.
En esta línea, a la Asociación Nacional del Café (Anacafé), se le atribuye un papel clave en la coordinación de un plan para promover la caficultura, que considere los siguientes puntos: desarrollar un plan estratégico para rehabilitar la caficultura con estrategias diferenciadas por región y segmento de productor (pequeño, mediano o grande); asegurar la calidad del café producido por pequeños productores, objetivo que implica acompañamiento técnico y fortalecimiento de las organizaciones en que se agrupan; planificar la expansión del sistema de financiamiento para la caficultura; fortalecer las organizaciones y crear alianzas estratégicas que permitan mejorar la productividad.
En la sección de conclusiones, se enfatiza que las condiciones locales e internacionales exigen un ordenamiento y liderazgo definido y fuerte, que permita la consolidación del sector y que impulse su desarrollo en un ambiente dinámico.
A través de esta publicación, ADEC reafirma su compromiso con el sector cafetero guatemalteco e invita al resto de los actores de la cadena a hacer lo mismo. Indican, además, que como primer esfuerzo, someten a discusión la Propuesta de Políticas y Estrategias en el documento aquí resumido y que tiene como objetivo asegurar la sostenibilidad de la caficultura de Guatemala.
Aunque desde mi perspectiva, si bien el documento no presenta una propuesta de políticas como tal, sí sienta las bases y deja claras las necesidades del sector, así como los puntos críticos que se deben considerar para desarrollar políticas públicas efectivas y consistentes.
El primer paso está dado, ahora es preciso observar quién continuará asumiendo el liderazgo marcado por ADEC para encontrar soluciones profundas a la crisis estructural y económica que la caficultura nacional está atravesando en la actualidad.
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