El narcotráfico está asociado con la violencia y con un sinnúmero de elementos políticos y financieros.
El narcotráfico maneja muchos recursos para mantener estructuras ilícitas y proteger todas las actividades relacionadas con la producción, almacenamiento, traslado y comercialización de drogas, además de la “seguridad” para quienes se aprovechan de estas actividades. Es un comercio íntimamente asociado con la violencia y con un sinnúmero de elementos políticos y financieros. Este “negocio” solo es posible por medio de amenazas, extorsiones, secuestros y homicidios por ajustes de cuentas o control de territorios.
El narcotráfico se ha organizado como si fuera una serie de empresas legales, en las cuales cada uno de sus integrantes cumple funciones determinadas con eficiencia. Se trata de estructuras criminales con objetivos definidos con precisión. Todos sus miembros deben ser inescrupulosos, tanto para sobornar a funcionarios y agentes de las fuerzas de seguridad para que la droga ingrese en el país, como para eliminar a quienes obstaculicen su camino de perversión.
A su alrededor hay bandas dedicadas a labores de espionaje y conocimiento de los escenarios en los cuales deberán actuar.
La seguridad es vital para garantizar el éxito de las operaciones del narcotráfico. Se recurre a otras actividades para encubrirlo, como la prostitución urbana y robo de ganado en las zonas rurales. También, se ha ampliado el mercado de distribución con lanchas tiburoneras y avionetas que no pueden ser detectadas ante la inexistencia de controles aéreos y marítimos.
El narcotráfico incluso ha penetrado el sistema bancario. Si no queremos que nuestro dinero sea administrado por personas vinculadas con esta empresa criminal, tenemos el derecho a reclamar que nuestros recursos no se mezclen con aquella moneda manchada con sangre, corrupción y sufrimiento.
Es primordial detectar el dinero que será incautado por una justicia especializada, eficiente y honesta. Un medio para terminar con este problema es la creación del dinero electrónico. Si solo contáramos con dinero que usamos por medios electrónicos identificables, como celulares, tarjetas recargables, cuentas bancarias y transferencias nominadas, no pasarían inadvertidas las transacciones ilícitas. Nadie realizaría transacciones sin que queden registradas. Con un sistema monetario informatizado y rastreable se deberían minimizar otros problemas, como la evasión tributaria y un manejo más organizado de las finanzas públicas. Se le complicaría el accionar a quienes se enriquecen con los dineros públicos, que dejarían huellas por doquier de sus maniobras y fondos mal habidos.
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