La diligencia del caso Lavado y Política dio ayer un giro inesperado, cuando el presunto líder de esa red, Francisco Édgar Morales Guerra, alias Chico Dólar, denunciara amenazas y señalara a exfuncionarios de haberlo sobornado para no ser investigado por supuesto lavado de dinero.
Se tenía previsto que el Ministerio Público solicitara que las 11 personas vinculadas con la estructura, entre ellos Édgar Barquín, expresidente del Banco de Guatemala, y su hermano Manuel Barquín, exdiputado, enfrentaran juicio.
“La cita me la dieron en el Banco de Guatemala”, dijo Morales, y aseguró que para no ser investigado pagó Q6 millones a los señalados y a Jaime Martínez Lohayza, también exparlamentario, a quien le habría entregado personalmente Q2 millones en su residencia.
Con ese soborno, Chico Dólar evitó que la Intendencia de Verificación Especial de la Superintendencia de Bancos lo reportara por transacciones sospechosas. Morales rindió las declaraciones ante el juez de Alto Impacto Miguel Ángel Gálvez.
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