Mientras los matadores enfrentan a toros de media tonelada, en la Feria de Madrid y Pamplona se preparan para la corrida anual por sus calles adoquinadas, aumentan las tensiones entre las fuerzas que se oponen al toreo y los defensores de la tradición, que por primera vez cuentan con un grupo que defiende sus intereses.
“Ahora que cambió la escena política, tenemos la oportunidad de promover a nivel local la campaña contra el toreo”, dijo Antonio Barroso, analista de la firma consultora de riesgos políticos Teneo Intelligence.
La recién creada Fundación de Toros de Lidia, que agrupa a criadores, matadores, trabajadores de las plazas, aficionados y empresarios taurinos, respondió contratando a un bufete de Madrid. Juan Pedro Domecq, uno de los fundadores de esa gremial, comentó: “Ahora no podrán atacar el toreo de gratis. Habrá consecuencias”.
Efecto
Al menos 17 ciudades y pueblos han dejado de aportar dinero a las corridas o aprobado medidas que las condenan, cuando no prohíben esas actividades.
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