Manosear pechos, tocar de manera reiterada una parte del cuerpo, generalmente por un impulso sexual, y golpear a asistentes en la cara son parte de los señalamientos que se hacen contra políticos franceses, en una reciente ola de acusaciones que tiene a las mujeres preguntándose: ¿cómo detenemos esas vejaciones?
El escándalo de Dominique Strauss-Kahn, exdirector del Fondo Monetario Internacional, en 2011, expuso un amplio sexismo que causó alboroto y esperanza de que se dé una nueva era entre las feministas.
Revelaciones
Lo que desató una furia renovada fueron recientes reportes de la prensa y un libro titulado: L’Elysee off (El Eliseo fuera), que acusa de comportamiento inapropiado a dos ministros del Gobierno y un vicepresidente del Parlamento.
De los señalados, el más conocido es el titular de Finanzas, Michel Sapin, acusado en el libro de haber tocado la ropa interior de una periodista durante el Foro Económico Mundial de 2015.
El vocero del Gobierno, Stephane Le Foll, manifestó el miércoles que Sapin reconoció haber hecho el gesto inapropiado y que se había disculpado con la comunicadora.
La Fiscalía de París investiga a Denis Baupin, quien dimitió esta semana de la vicepresidencia de la Cámara Baja del Parlamento, después de que el sitio web Mediapart y la radio France-Inter dieran a conocer testimonios de mujeres que afirmaron haber sido abusadas por el político, quien niega las acusaciones.
Otro caso
Un reciente reportaje de Buzzfeed sacó a la luz acusaciones ocultas durante mucho tiempo, sobre que el ministro de Territorios, Jean-Michel Baylet, había golpeado en el rostro repetidamente a una asistente, y después, en privado, llegó a un acuerdo con ella para que no presentara acusaciones por lo acaecido. Su oficina no respondió una petición de dar un comentario.
Mujeres políticas denunciaron la semana anterior, por radio, que los supuestos actos no son incidentes aislados y describieron el sexismo, del que son víctimas, como un hecho rutinario.
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