El Senado brasileño decidió anoche realizar un juicio político (impeachment) a Dilma Rousseff, quien debe abandonar temporalmente la Presidencia, el cargo será asumido hoy, de manera temporal, por el vicepresidente Michel Temer.
Una mayoría simple de los 81 senadores fue suficiente para que la instancia legislativa adoptara la decisión. Ahora, los integrantes de la cámara tendrán un plazo máximo de 6 meses para decidir si la sindicada es removida de manera permanente de la jefatura de Estado.
Si bien el juicio político deriva de denuncias de violación de leyes fiscales, el proceso se ha convertido en una suerte de referendo sobre Rousseff y su manejo del país en los pasados 6 años.
Los partidarios del proceso de destitución culpan a la política y su Partido de los Trabajadores por la parálisis de la economía y sostienen que Temer, cuyo partido renunció a la coalición gobernante, representa la única esperanza de reavivarla.
“Para mejorar la vida de la nación necesitamos quitarlos (al partido de Rousseff) en este momento”, dijo el senador Magno Malta a un grupo de periodistas reunidos fuera del Senado.
Reacción
“Llegó el gran día para arrancar a la nación de las garras del Partido de los Trabajadores”, dijo el legislador Ataides Oliveira, el quinto de los 63 senadores en la lista de oradores del miércoles.
En el juicio, previsto para los próximos meses, al menos 54 senadores deben votar a favor de despojarla de su mandato.
Según las encuestas, la mayoría de los brasileños apoyan juzgar a la dirigente, pero tienen poca confianza en los que están en la línea de sucesión presidencial.
Temer ha sido implicado en el caso de corrupción de la estatal Petrobras, lo mismo que el actual segundo en la línea de sucesión Calheiros. El ex presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, que era segundo en la línea de sucesión, fue suspendido este mes debido a denuncias de obstrucción de justicia y corrupción.
En la historia
Este es el segundo impeachment que se realiza en Brasil en 25 años. En 1992, hubo un proceso contra Fernando Collor de Mello, el primer mandatario elegido democráticamente después de más de dos décadas de régimen militar. Él terminó renunciando antes de que concluyera su juicio político. Dilma Rousseff ha dicho que no dimitirá.
Posición
La acusada niega que haya cometido una irregularidad e insiste en que, a diferencia de muchos de los partidarios del proceso de destitución, no hay en su contra denuncias de corrupción personal.
Contexto del fallo
Después de ganar la presidencia en 2010, Dilma Rousseff, la sucesora de Luiz Inácio Lula da Silva, se mantuvo en la cresta de la ola mientras prosperaba la economía de Brasil, pero sus índices de aprobación cayeron de manera paulatina.
Para colmo de males, a medida que se desplomaban los precios de las materias primas, que son la savia vital de la economía de la nación sudamericana, investigadores hallaron un plan multimillonario de sobornos, que puso a tambalear a altos funcionarios, sindicados de cometer actos ilícitos.
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