Una exposición que invita a viajar en el tiempo, con sonidos de antaño.
Inmersa en un ambiente de la Guatemala de la primera mitad del siglo XX, en el Centro Histórico, el 3 de mayo fue inaugurada la exposición Sonidos de antaño; un esfuerzo de Casa MIMA, el Club de Radioaficionados de Guatemala, el Seminario de Cultura Mexicana-Corresponsalía Guatemala, Radio Panamericana y TGW por mostrar al público que visitará hasta el 23 de julio, una selección de objetos vinculados con la historia de la difusión radial en el país.
En 1930 los guatemaltecos vivieron por primera vez la experiencia de escuchar una emisión radiofónica producida en el corazón de la nación. Del otro lado de los micrófonos, en severos aparatos eléctricos, mezcla de tecnología, art decó y finos trabajos de ebanistería, algunas personas empezaron a pasar el tiempo con música de marimba, radionovelas, noticias y los géneros radiales en boga de aquellos años. Desde aquel momento la radio ha sido compañía de muchas generaciones y millones de personas, han vivido y soñado experiencias y sentimientos que solo la radio pudo crear.
De allí que esta exposición capte la atención, cuando intercalados con los elegantes muebles, espejos, lámparas, vajillas y juguetes, el visitante encuentra los radios, radiolas y tocadiscos que quizás todavía en la casa de sus abuelos, con un anticuario o en películas de los años 40 de la edad de oro del cine mexicano, tuvo la oportunidad de conocer.
También se encuentran objetos de radioaficionados, que con afán de servicio han colaborado con la sociedad en momentos difíciles, demostrando la utilidad de este medio desde su aparecimiento en los albores del siglo XX, pero también como facilitador de la comunicación ante las dificultades que representaba este tema en aquellos años.
La exposición es un puente entre arte, tecnología y recuerdos; una oportunidad de viajar en el tiempo, en un lugar donde tradicionalmente se espera encontrar una exposición de objetos suntuosos en las residencias de antaño. Eso incluyó también, por mucho tiempo, a los aparatos radiales construidos con maderas finas y piezas metálicas que al ser pulidas aportaron incluso al ornato de las casonas, refinadas o sencillas, que tuvieron acceso a viajar a través de la radio.
Una invitación a viajar por la historia de la radio, en un ambiente de la Guatemala de la primera mitad del siglo XX.
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