Los guerrilleros no entregarán sus armas al Gobierno de Colombia; ya que insisten que no es un acto de rendición, sino de acuerdos de paz.
Ante los acontecimientos de los posibles Acuerdos de Paz entre Colombia y las Fuerzas Revolucionarias (FARC), se espera que una Misión de Verificación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desempeñe un papel fundamental en el cese bilateral al fuego entre las FARC y el Gobierno de Colombia.
Esta misión se encargaría de supervisar y verificar que las FARC “dejen las armas”, similar al proceso que sucedió en Irlanda del Norte al momento del desarme a cargo de una misión de la ONU.
De firmarse el acuerdo de paz, se formaría un mecanismo tripartito cuya misión sería verificar el cese de hostilidades entre las partes.
Esta misión, en conjunto con la ONU, tendría acceso a zonas controladas por la guerrilla, y jugaría un papel como árbitro ante presuntas violaciones de los términos acordados para el cese al fuego y desarme.
También, la misión de verificación de la ONU estaría conformada por algunos miembros de ese organismo, pero según la costumbre no pueden participar los países que comparten la frontera con Colombia, aunque en este caso se esperaría hacer una excepción o flexibilidad, al igual que se espera una contribución de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe CELAC.
La sede de esta misión estaría en Bogotá, la capital de Colombia pero tendría antenas en siete y ocho regiones en Colombia para tener un despliegue exitoso en las zonas de mayor conflictividad. El mandato de la misión tendría 12 meses de duración a partir de los treinta días de la firma de los acuerdos, pero podría ser ampliado por el Gobierno y las FARC, en caso lo soliciten.
El jefe de la misión sería Jean Arnault, diplomático francés de una larga trayectoria en el campo de misiones de posconflicto, como lo fue en Guatemala, Georgia, Afganistán y además representó a la ONU en Burundi, entre otras funciones. Adicionalmente, la misión no incorporará otros proyectos de la ONU y oficinas, ya que será acorde al criterio que se exija ante cada situación particular.
Se esperaría que la misión rinda informe cada noventa días ante la ONU sobre sus tareas, únicamente sobre cese al fuego y el proceso de desarme.
Colombia y las FARC para avanzar como país en un proceso posconflicto, deberían de complementar con otros actores internacionales los demás acuerdos alcanzados, cuyos compromisos más complejos en materia de posconflicto serían Estado de derecho, justicia transicional y derechos humanos entre otros.
Lo importante, es preservar el espíritu de las negociaciones, y no dejar que intereses particulares nublen el acceso a la paz para la sociedad colombiana. Aunque uno de los principales obstáculos que visualizo, estará difícil de superar, pero tampoco es imposible, será la búsqueda de las partes firmantes de protección o amnistía después de la desmovilización.
Las negociaciones entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC dieron inicio en La Habana, Cuba, en agosto de 2012 y buscan terminar un conflicto de medio siglo.
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