El ejemplo más cercano se tuvo en el período político pasado, en San Miguel Pochuta, Chimaltenango.
Mediática y discursivamente se ha escuchado la frase “Estado fallido”, en algunos casos en temas relacionados, en otros por ganas de incluirla y sin relación con lo que significa. Estoy de acuerdo con lo que muestra Wikipedia cuando dice que se usa para describir un Estado soberano, que ha fallado en la garantía de servicios básicos. En el caso nuestro, es una situación estructural histórica que trae muchas dolencias, pero que ha tenido cambios sustanciales en la continuidad del camino democrático.
La enciclopedia virtual hace referencia de los parámetros que propone el Centro de Estudios para la Paz, en relación a nuestro tema de hoy, y es lo que abordaré desglosando cada uno de los cuatro referidos. En cuanto a La pérdida de control físico de territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza, el ejemplo más cercano fue en el período político pasado, en el municipio de San Miguel Pochuta, Chimaltenango, que por desacuerdos y rivalidades entre organizaciones locales partidistas se dividió la población y se perdió el control físico, lo que tardó varios años hasta que los mismos vecinos se ahogaron en su propia acción, se sentaron a la mesa para dialogar y encontrar la ruta antes de ir a las elecciones municipales del 6 de septiembre del año pasado.
El otro parámetro, Erosión de la autoridad legítima en la toma de decisiones, es común en los gobiernos locales, el acomodamiento de los alcaldes y del Concejo Municipal lleva a una anarquía, en donde por falta de autoridad los vecinos hacen lo que quieren, invaden calles para el comercio informal, se abren antros sin autorización, desorden territorial, mal servicio urbano colectivo, basura, drenajes, etc. En el siguiente parámetro propuesto, La incapacidad para suministrar servicios básicos, nos involucramos todos. La indiferencia, la falta de voluntad, el desinterés, la corrupción, ha llevado al país al caos. Si no reflexionamos muy pronto no habrá agua entubada en el país, cada vez crece más la población y ese vital líquido se agota entre los intentos de plantas procesadoras, por citar un ejemplo de tantos que hay.
El último La incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional. Esa experiencia ya la superamos, aunque las secuelas de los gobiernos de facto, aún afectan en el caminar político, económico y social. Lo importante es que ahora se ha visto al presidente Jimmy Morales con muy buenas relaciones con gobiernos importantes dentro del desarrollo mundial, lo que sin duda traerá respuestas a corto y mediano plazo para el bienestar común.
Desde el último semestre del año pasado para la presente fecha, se han visto cambios, se han tenido respuestas en temas políticos, de seguridad, salud, educación, contención del gasto, transparencia y se esperan en ambiente. Es decir, que se ha superado lo de Estado fallido, aunque no se ha trabajado como muchos quisieran, pero sí se ha avanzado en la alianza interinstitucional-multisectorial, la cultura de denuncia y la persecución de delincuentes políticos que han dañado la economía nacional, redes de narcotráfico que han destruido a la humanidad con la droga y los sicarios que han generado luto y dolor. Seguimos avanzando para dejar en el camino al Estado fallido.
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