Los incendios continúan avanzando sobre los bosques de la región canadiense de Fort McMurray sin grandes esperanzas de sofocarlos por la falta de lluvias abundantes, mientras los evacuados encontraban un poco de alivio en los gestos de solidaridad de sus vecinos y las autoridades.
“A menos que haya un importante episodio de lluvias de 100 milímetros, no esperamos estar en condiciones de luchar contra el fuego en los sectores forestales en los próximos meses y esto no es raro en incendios tan grandes como el actual”, admitió Chad Morrison, director del servicio de incendios de la provincia de Alberta.
Reporte
Con 2 mil kilómetros cuadrados de bosques y malezas devastadas hasta el momento y con barrios enteros de la ciudad calcinados, los 500 bomberos en el lugar se dedican a preservar las estructuras vitales, como aquellas que sirven a las telecomunicaciones, electricidad, gas y agua.
La jefa de Gobierno de Alberta, Rachel Notley, expresó: “Hay una gran cantidad de productos o de materiales peligrosos que deben ser retirados, así como muchas otras cosas que hacer antes de que la ciudad tenga las condiciones de seguridad”.
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