Líderes de Centroamérica y el Caribe se reunieron en Washington, en una cumbre organizada por el vicepresidente estadounidense Joe Biden, para impulsar fuentes de energía propias y limpias en la región.
En la actividad, el Departamento de Estado presentó una guía que sugiere maneras de mejorar la infraestructura y las políticas energéticas, así como ampliar la coordinación entre los países que integran las dos subregiones, históricamente asediadas por los vaivenes de los precios petroleros.
“La meta es cambiar la conversación de dónde conseguimos el petróleo y cuánto costará, al punto en que esa ya no sea la pregunta central y cada país pueda encontrar su propia mezcla de recursos energéticos que lo haga menos vulnerable a los mercados petroleros”, informó a la prensa la Cancillería norteamericana.
El incremento de los precios de los combustibles en la pasada década aumentó la presión en naciones de Centroamérica y el Caribe para hallar fuentes alternativas de energía, quizás solo con la excepción de la petrolera Trinidad y Tobago.
Finalidad
La cumbre que se realiza en la capital estadounidense tiene como propósito probar que todavía con el desplome de los precios del crudo, la región puede dar el salto hacia una mayor independencia energética.
Los países recibieron el mensaje de que, aunque los precios del petróleo suban y bajen, ahora es el momento de avanzar en tratar de diversificar las fuentes de energía y adoptar formas renovables y limpias, informó el Departamento de Estado, el cual destacó la importancia de atraer inversiones directas para esos proyectos.
Una docena de jefes de Gobierno, presidentes, vicepresidentes y otros funcionarios acuden a la cumbre. Los mandatarios de El Salvador, Guatemala y Honduras aprovecharon para dialogar con Biden sobre el Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica (leer en página 3).
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