La seguridad representa un rubro importante dentro del presupuesto de los Estados.
En distintos informes y estudios internacionales que contienen mediciones sobre seguridad, vemos a los países de Latinoamérica enlistados entre los peores calificados o con las cifras de criminalidad más elevadas en el mundo. Estos resultados se convierten en una de las razones que exigen a los Estados a incrementar el presupuesto destinado para seguridad.
La importancia de contar con las herramientas necesarias para contener la violencia y reducir aquellos delitos que repercuten directamente en el bienestar de la persona, se traduce a que en la actualidad el tema de seguridad represente un rubro importante dentro del presupuesto, incluso, en algunos países es al que más recurso económico se destina.
En esa situación, se ha dado prioridad a la cantidad de dinero que se destina para el combate a la delincuencia común y el crimen organizado, en el entendido que, entre más recursos mejores resultados; pero, poco nos enfocamos en el monitoreo y evaluación del gasto como tal. Es decir, no se identifica si el aumento anual a seguridad va de la mano con resultados que garanticen mejores condiciones de convivencia.
Al respecto, es relevante identificar los indicadores que podrían ayudarnos a establecer si existe eficacia del gasto en el tema de seguridad. En el estudio llamado Gasto inteligente en seguridad, diagnóstico y propuesta elaborado por el laboratorio de políticas públicas Ethos, se indica que hay una variedad de esos indicadores, por ejemplo: la relación del gasto con el crecimiento de los delitos.
Otro indicador es la congruencia entre las prioridades del gasto y los principales delitos cometidos, porque esto permite identificar los flagelos que han aumentado en los últimos años y si el gasto ha sido destinado a los rubros necesarios para combatirlos de forma eficaz. Un tercer indicador es la evolución de las sentencias logradas, es decir, si hay congruencia entre el número de sentencias condenatorias respecto del número de delitos registrados.
En el caso de Guatemala es necesario establecer aquellos indicadores que se adapten a la realidad nacional, con el fin de mejorar los niveles de eficiencia en el gasto público, ejecutado de forma transparente y que atienda los principales problemas de inseguridad; es decir, realizar acciones que nos den como resultado un gasto inteligente.
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