La Unidad de Quemaduras Pediátricas del Hospital Roosevelt, informó que el índice de niños quemados en el 2015, aumento en un 25 por ciento en comparación del año anterior, siendo las quemaduras por líquidos calientes la causa mayor que se asiste.
Lourdes Santiso, coordinadora de dicha unidad, manifestó que actualmente se atiende a no menos de 98 pacientes de los cuales 24 se encuentran en estado crítico, y 1 de cada 4 de ellos está en el área de intensivos en su mayoría son de 1 a 4 años.
Causas
De total de los accidentes 65 por ciento son por el contacto con líquidos calientes, tal es el caso de Mike un niño de tres años de edad, quien cayó en una olla de agua hirviendo el 30 de Junio de 2015, presentando heridas en su brazo izquierdo y desde el pecho hasta las rodillas, estando internado tres meses en ese centro asistencial.
Tomasa Salvador, madre del pequeño, manifiesta que no ha sido fácil ver a su hijo sufrir por un accidente de ese tipo, pero es reconfortante ver que la ayuda de las personas de la unidad les ha devuelto una esperanza.
“A mi niño le ha sido difícil aceptar su condición, al principio no podía moverse, pero con los tratamientos y terapias el ya volvió a caminar y a movilizar su brazo”, expresó Salvador.
De los afectados, hay un 15 por ciento se presentan por electricidad, 15 por fuego y lo restante es por la pólvora y químicos, siendo este último factor por lo que Glendy Ramírez, de 14 años de edad, originaria de San Marcos ingresó al intensivo del nosocomio presentando quemaduras en la parte izquierda de su cuerpo.
La adolescente participó el 14 de Septiembre del 2014, en la tradicional carrera de independencia con la antorcha, cuando regresaba a su localidad se percató que la llama estaba apagada, intentó llenar la base con el líquido, éste hizo contacto con una chispa y de inmediato su cuerpo se incendió. Desde entonces, asiste cada 2 meses para recibir los servicios que le han permitido volver a realizar las actividades que antes hacía.
El departamento con más registros es Chimaltenango, seguido de Sacatepéquez, Quetzaltenango, San Marcos, Huehuetenango y Guatemala. “Por ser un lugar de referencia, se atiende no menos de 500 casos al año, con quemaduras de primer a tercer grado, provenientes de distintos puntos de la capital y del interior de la república”, dijo Santiso.
Consecuencias y traumas
Ana Lucía Arévalo, psicóloga de dicha clínica, indicó que dependiendo de la intensidad de la quemadura se tienen consecuencias de inmovilidad y discapacidad, si no se toman los tratamientos y fisioterapias indicadas. Agregó que también pueden traumas los cuales deben trabajarse pues no permiten a la niñez tener una reinserción normal a la escuela y la sociedad.
“Cuando ellos salen del nivel crítico se traslada al área de rehabilitación donde se le da apoyo emocional para que logren aceptar su realidad, pero esto se hace en conjunto con los padres para que perciban el amor y el apoyo de la familia”, añadió.
Costos
Según Deborha Monzón, médico pediatra, los gastos dependen de la gravedad del caso. “Los costos van de Q 500 cuando es un caso leve, y Q 5 mil cuando es grave, esto es un promedio diario por cada paciente”, detalló.
Por lo anterior, Helga Klusmier, de la Fundación para Niños Quemados de Guatemala, informó que se ha organizado la Segunda Carrera de 5 y 10 kilómetros, para recaudar fondos para apoyar el programa de atención integral de niños quemados del Hospital Roosevelt a realizarse el 15 de Mayo en la Plaza Obelisco.
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