Un millón de cubanos, el equivalente al 9 por ciento de la población, sufre por la prolongada sequía que castiga a la isla desde finales de 2014, explicó Abel Salas, vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
De acuerdo con el funcionario, en el país se registra la peor falta de lluvias en los pasados 115 años, lo que obliga a paliar la crisis abasteciendo a los afectados con carros cisternas.
Santiago de Cuba, en el extremo oriental, es la provincia más azotada, explicó el delegado.
La isla soporta altas temperaturas todo el año y solo dos estaciones: lluviosa, de mayo a octubre, y seca, de noviembre a abril.
Aun cuando los pronósticos de precipitaciones son favorables en mayo, el delegado informó al diario Granma que se debe potenciar el uso racional y el ahorro del vital líquido.
Efecto
La ausencia de aguaceros afecta a buena parte de los 242 embalses de la isla caribeña y, en consecuencia, actividades como la agricultura y la industria, además del suministro del ansiado mineral a los hogares.
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