Los presidentes de los tres grandes países productores de cocaína de Latinoamérica, Colombia, Perú y Bolivia, unieron voces en la Organización de las Naciones Unidas para sepultar la receta de la represión contra las drogas e impulsar un nuevo enfoque basado en la salud y la cooperación internacional.
El colombiano Juan Manuel Santos, el peruano Ollanta Humala y el boliviano Evo Morales hablaron en el cierre de la Sesión Especial de la Asamblea General de la ONU que abordó el flagelo de los estupefacientes que azota en todo el planeta.
Santos, cuyo país fue uno de los que impulsó la reunión junto a México y Guatemala, denunció el fracaso de la llamada guerra contra la drogas, lanzada por Estados Unidos en 1970 para terminar con el narcotráfico, y aseguró que es hora de replantear el tratamiento con un enfoque humano.
Llamado
Humala pidió enfrentar el problema desde una responsabilidad compartida entre los países productores y consumidores, como Estados Unidos, por eso mencionó: “Necesitamos asociarnos. Perú está haciendo su trabajo y ha reducido el área de cultivo de cocaína para narcotráfico, de 63 mil hectáreas hace 5 años, a 33 mil en la actualidad”.
Además, aprovechó para defender el uso milenario de la hoja de coca, por lo que pidió respeto por los pueblos que la utilizan con fines medicinales o alimenticios, y destacó la importancia de llevar la presencia del Estado a las zonas de cultivo.
Humala también se refirió a la reconversión de los cultivos, citando el ejemplo de desarrollo del cacao en Perú, en la actualidad octavo productor a nivel mundial”.
Otra voz
Evo Morales pidió acciones concretas para liberar a la región del problema de la droga como pretexto de dominación, a la vez aseguró: “Hay que acabar con el intervencionismo”, ademas pidió un nuevo enfoque del tema.
Logros de la cita
La Sesión Especial de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas sobre las drogas, que se reunió en Nueva York, comenzó el martes con la aprobación de un documento que promueve establecer un nuevo enfoque sanitario, lo que es compartido por países de Latinoamérica.
Pese a los avances, países, como Brasil o Costa Rica, manifestaron su decepción por la ausencia de una moratoria a la pena de muerte, y otros, como Uruguay, Japón y Jamaica, criticaron que no se haya incluido algún tipo de mención a la despenalización de la tenencia de ciertas sustancias, tal es el caso de la mariguana.
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