El Presidente de la República, Jimmy Morales, condenó de forma enérgica la muerte del niño Julio René Alvarado Ruano, de 13 años, por parte de las Fuerzas Armadas de Belice, ocurrida ayer en la zona limítrofe con dicho país, a cuyo Gobierno exigió que dé con los responsables y que estos sean juzgados.
En el momento del ataque, el menor se encontraba junto a su hermano Carlos Alberto, de 11, y su padre, Carlos Alfredo Alvarado Ramírez, de 48, quienes resultaron heridos con arma de fuego. Los 3 “se encontraban sembrando pepitoria en el área de la zona de adyacencia”, lamentó el gobernante.
Ante esa agresión, “les pregunto a las autoridades de Belice, ¿qué amenaza representa para su soberanía un niño de 11 años y uno de 13? Este hecho causa verdadera indignación y repudio”, acentuó Morales, quien expresó su pesar a la familia de las víctimas.
Asimismo, el mandatario aseguró que, pese a la buena voluntad de Guatemala de hallar soluciones pacíficas en el tema del diferendo territorial, se ejercerá “un estricto ejercicio de protección a la soberanía del río Sarstún y toda la línea de adyacencia, para garantizar que no haya más abusos por parte de las fuerzas de defensa de Belice en contra del territorio y de la población guatemalteca”.
Sobre el suceso, instó a las organizaciones proderechos humanos que investiguen “este cobarde acto”, el cual afirmó ya es del conocimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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