Equipos de socorro intentan ayudar a los damnificados por el terremoto en Ecuador, el más fuerte en 40 años, que dejó no menos de 238 muertos y de mil 500 heridos, según las cifras preliminares de los cuerpos de socorro.
La calle Pedro Gual, en la ciudad de Portoviejo (oeste), una de las más afectadas, parece literalmente una zona de guerra: algunos edificios han quedado reducidos a escombros, otros están medio derrumbados y hay postes de luz tendidos sobre el asfalto, mientras vecinos y curiosos contemplan estupefactos la magnitud de la tragedia.
“Ya rescatamos 3 fallecidos, y creemos que hay de 10 a 11 personas más atrapadas”, explicó un miembro del cuerpo de socorro asignado a la búsqueda de víctimas en el Hotel El Gato, un edificio de seis pisos que se desplomó por completo, sepultando a personas y vehículos.
Relato
“Todo fue así tan rápido; no nos dio tiempo a nada. Le dije a mi esposa: ‘sal con los niños’, y ya no se pudo. Empezaron a caer esas paredes”, comentó el peluquero Fernando Chávez.
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