Municipal y Comunicaciones, los equipos más laureados del futbol nacional, solventarán el domingo el clásico 292, un duelo en el que se jugará, más que los 3 puntos, el orgullo.
Ambos equipos pasan por realidades distintas: los rojos luchan por terminar la fase regular en la cima, mientras que a su eterno rival le urge sumar para meterse en la zona de clasificación.
Sin un balompié brillante, pero sí efectivo, el cuadro edil ha sabido sortear la mayoría de los obstáculos del certamen. En el choque de ida contra los blancos, venció a domicilio (2-1), gracias a un doblete de Cristian Jiménez.
El Chaco, quien acumula 6 tantos en el Clausura y 5 en clásicos, se ha convertido en el verdugo de los cremas al ser clave para salvar el honor de su club.
Jiménez, quien se desempeña como carrilero, será uno de los jugadores a cuidar por parte de Comunicaciones, principalmente en la táctica fija, en la que ha demostrado ser letal al rematar centros.
Estar en el subliderato es una inyección de confianza para el elenco carmesí. No obstante, lo apretada que está la tabla lo mantiene en alerta: un tropiezo a estas alturas estropearía los planes de avanzar directo a semifinales.
Carlos el Pescado Ruiz y el uruguayo Gastón Puerari serán las armas de ataque de Gustavo Machaín, quien pretende hilvanar su segunda victoria en derbis.
Inconsistentes
Los albos, desde el retorno de Iván Franco Sopegno, uno de los pilares del hexacampeonato, no han podido replicar su versión y han caído en una serie de altibajos que los tienen sumergidos en la séptima casilla.
El más reciente desliz blanco fue el miércoles contra Guastatoya, al ser superado 1-2, lo cual significó su séptima derrota en el torneo y la cuarta en 9 juegos disputados como local.
El nicaragüense Juan Barrera y el panameño Rolando Blackburn han quedado a deber en cuanto a su rendimiento, siendo el argentino Emiliano López el único de los foráneos que ha dado la talla y, hasta el momento, ha marcado en 11 ocasiones.
Uno de los problemas que le ha pasado factura a los albos, además de la falta de sintonía para aplicar y desarrollar su futbol, es la inestabilidad en el arco.
Después de los constantes cambios entre Fredy Pérez y Mynor Padilla, la relación entre el petenero Juan José Paredes y el estratega Sopegno no es la mejor. Aun así, el equipo intentará disimular y salir avante.
En un enfrentamiento como el del domingo, la situación es impredecible y el 30 veces campeón del futbol chapín buscará levantarse, terminar con las consecuentes resacas y salir del tormento que lo aqueja.
Deja un comentario