¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar una resolución con firmeza por parte de la OTAN o del Consejo de Seguridad de la ONU?
Holanda continúa siendo perseguida por el fantasma de la actuación de sus cascos azules sobre el enclave de 1995 en Bosnia.
Veinte años después, el debate continúa siendo permanente acerca de la actuación internacional de las Naciones Unidas sobre casos de refugiados en zonas catalogadas como “seguras”. Srebrenica fue la peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y está calificada de genocidio por la justicia internacional. Los cascos azules, pobremente armados y poco numerosos, no pudieron evitar la caída del lugar.
Holanda, como muchos países, incluyendo Guatemala, tiene una trayectoria de participación en las misiones de mantenimiento de la paz, en apoyo a la justicia internacional. Pero a veces la solidaridad puede ser acompañada del sentimiento de culpabilidad.
Holanda tendrá grabado en su historial de misiones de paz, la trágica historia de Srebrenica, cuyos soldados no pudieron defender el enclave o la zona segura ocupada por las tropas serbias. Este crimen tuvo un saldo de más de 8 mil hombres musulmanes asesinados. Vuelvo a plantear las mismas preguntas; ¿pudo haber sido evitable? ¿Fue un enclave que fue sacrificado a propósito por intereses de la real politik?
En Turquía se quiere realizar un modelo similar, las zonas seguras para los refugiados de la guerra contra el grupo terrorista ISIS. Para los aliados, fue una sugerencia cuya decisión aún no ha sido aprobada, pero la presión para analizarlo a la brevedad está presente ante la intensidad y expansión de la guerra civil contra el Estado Islámico o ISIS, que afecta Turquía y otros territorios cercanos.
Los analistas temen que se repita una tragedia como la de 1995, al crearse una zona segura al norte de este país para los refugiados Sirios y que las fuerzas turcas no tengan la capacidad de protegerla, debido a que se carece de un mandato legal para los elementos terrestres en apoyo de esa naturaleza. Mientras la respuesta aún tarda, la zona segura ya funciona levemente, y Rusia ha dicho que Turquía ha estado sobrepasando su acción en la provincia de Alepo, en Siria, con la excusa de expandir la zona segura.
En fin, las lecciones aprendidas sobre las zonas seguras aún están en marcha, más que solidaridad internacional, este tipo de modelos, que ayudan enormemente a civiles en conflictos internos principalmente, podrían ser enclaves de doble filo. Diplomacia estratégica, intereses políticos, debilidad, religión, pero nadie quiere hacerse responsable de los civiles, y refugiados. ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar una resolución con firmeza por parte de la OTAN o el Consejo de Seguridad de la ONU?
Tristemente, el fantasma holandés continuará acechando la decisión de los países en participar en las misiones de paz, sobre todo, en la protección de las zonas seguras.
Deja un comentario