La cifra de 850 mil niños y niñas que se desempeñan en un trabajo en el país es motivo de preocupación para las autoridades de Gobierno y las entidades que defienden los derechos de este sector. La recolección de café, elaboración de juegos pirotécnicos, tareas agrícolas y domésticas, acarreo de basura y picar piedra, son, entre otras, las actividades que realiza el grupo aludido.
Ante tal realidad, la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conapeti) acordó desarrollar proyectos en los departamentos donde más ocurre el fenómeno de la explotación de la infancia.
En este sentido, en la reunión de ayer, dirigida por el vicepresidente Jafeth Cabrera, la Conapeti definió la hoja de ruta para cumplir el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de la Adolescencia en Guatemala.
El vicemandatario resaltó la importancia de ejecutar acciones para combatir el flagelo y honrar las metas contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, proyectados por las Naciones Unidas para 2025.
En la hoja de ruta se priorizan seis dimensiones: la lucha contra la pobreza, política de salud, política educativa, marco normativo y de protección, sensibilización y movilización social, y generación de conocimiento.
Estas serán implementadas en Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Totonicapán, Sacatepéquez, Sololá, Jutiapa, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, Retalhuleu y Quetzaltenango, donde se registra el mayor índice de trabajo infantil, según el Ministerio del ramo.
La situación es preocupante, pero el esfuerzo que cada sector haga para cambiar esa realidad se tiene que ver reflejado en la actitud, como lo mencionó el vicemandatario en la reunión de ayer, cuando reiteró que el cambio debe hacerse ahora; no se debe esperar a mañana para comenzar a actuar en favor de la niñez.
El acompañamiento a los esfuerzos anunciados por el Gobierno por parte de las entidades afines al tema de la protección de los menores, como la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Internacional del Trabajo, entre otras, será fundamental para transformar la realidad de los miles de pequeños explotados laboralmente.
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