El Gobierno de Siria continúa con su política de hostigamiento al grupo Estado Islámico (EI) un día después de reconquistar Palmira, una victoria mayor para el Ejército, que quiere arrebatar a la organización yihadista sus principales feudos.
Fortalecido por su mayor éxito frente al movimiento radical, el régimen de Bashar al Asad, apoyado por los rusos y el Hezbolá libanés, demostró su poderío en el combate contra el grupo que reivindicó los atentados de Bruselas y París.
El lunes, la institución castrense se alistaba para lanzarse al asalto de las ciudades de Al Qaryatayn y Sojna”, bajo control del EI y situadas respectivamente al oeste y al este de Palmira, explicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Si el régimen se hace con el control de Sojna, llegará a las puertas de la provincia petrolera de Deir Ezor (este), controlada en gran parte por el grupo ultrarradical. Si se apodera de Al Kum, estará en la entrada de la provincia septentrional de Raqa, cuya ciudad homónima es la capital de facto del EI.
Al otro lado de la frontera, en Irak, el EI también está sufriendo la ofensiva del ejército iraquí, que trata de recuperar la estratégica Mosul.
Deja un comentario