El número de pobres en América Latina y el Caribe aumentó en 7 millones en 2015, pasando desde 168 millones a 175 millones de personas, debido a la contracción económica de la región, según proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgadas ayer.
El año pasado, la tasa regional de pobreza aumentó a 29.2 por ciento de los habitantes de la región y la tasa de indigencia a 12.4 para alcanzar los 75 millones de personas.
Esta cifra se compara desfavorablemente con los resultados de 2014, cuando en la región se reportaron 168 millones de personas pobres, un incremento de 2 millones con relación al año anterior, de acuerdo con las nuevas cifras entregadas por el organismo técnico de Naciones Unidas con sede en Santiago.
Explicación
La contracción de 0.4 por ciento proyectada para la economía regional durante 2015, arrastrada por una caída en el valor de las materias primas y el descenso de la economía brasileña, habría impactado sobre las cifras de pobreza de América Latina en 2015.
Para reducir este flagelo la región debe generar empleo de calidad, con derechos y protección social, cautelar el salario mínimo y proteger el gasto social, que muestra una merma en su ritmo de crecimiento, exhortó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de Cepal.
Hasta 2012, tras una década de crecimiento económico, América Latina había logrado reducir en 15.7 puntos porcentuales sus niveles de pobreza.
Persiste desigualdad
El citado organismo analizó también los niveles de desigualdad social de la región, constatando que en la gran mayoría de los países se lograron mejoras en la distribución del ingreso según el coeficiente de Gini (donde 0 significa plena igualdad y 1 máxima desigualdad).
En ese sentido, el coeficiente regional pasó de 0.497 en 2013 a 0.491 en 2014, mientras que en 2010 era de 0.507.
No obstante, pese a este descenso, en 2014, el ingreso per cápita de las personas del 10 por ciento de mayores ingresos fue 14 veces superior que el del 40 por ciento de menores ingresos”, advirtió la Cepal.
De igual manera, el estudio evidenció que a pesar de los avances registrados en el acceso a la educación primaria y secundaria persisten brechas significativas.
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