Mujeres determinadas

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, hoy destaco que existen muchas féminas inspiradoras, desde Yehonala, Gloria Steinem hasta Malala.

Desde Yehonala, la última emperatriz de China, quien por su determinación llegó a ser la regente de ese imperio, teniendo en sus manos el poder real, pese a ser educada por dos emperadores, y ser la segunda emperatriz con sus cualidades estratégicas y diplomacia, luchó ante la invasión extranjera hasta su último aliento.

También la Reina Elizabeth, cuyo reinado fue la época dorada de Inglaterra. Una mujer entregada a su país. Y finalmente, Simone de Beauvoir, quien elevó la crítica de género fundamentada en su libro El segundo sexo, revolucionando el pensamiento y contribuyendo a favor de los derechos de las mujeres en el pensamiento moderno, hay una lista enorme de féminas inspiradoras y líderes en la historia y en la modernidad, siendo mi mayor deseo que la lista se vuelva infinita.

En Guatemala, también tenemos mujeres inspiradoras; aquellas que ante la adversidad, se ingenian en cómo alimentar a su familia cada semana con Q100 o menos, quienes se levantan temprano cuando aún el gallo no canta, y para quienes un “no puedo”, ni si quiera existe.

Yo celebro a las mujeres chapinas valientes que se enfrentan ante un fuerte contexto de discriminación de género en el ámbito público, en las calles, en el transporte, ellas que en vez de ser violentas, como yo he reaccionado ante el acoso callejero, lo ignoran y siguen con sus vidas, porque lo único importante para ellas es garantizar la educación de sus hijos para que puedan ser sujetos libres y tener una mejor condición de vida.

Hay muchas madres así, ignorando su condición para salir adelante; yo celebro su esfuerzo, pero cuestiono la falta de apoyo de las instituciones y de la sociedad. Cada centavo que pago de impuesto, me gustaría verlo en programas sobre salud sexual y reproductiva para que las mujeres decidan sobre su destino y su cuerpo; me encantaría verlo en microcréditos que las ayuden en sus emprendimientos en el marco de la legalidad; me gustaría verlo en más becas para las niñas, sobre todo, en aquellos lugares donde solo los hombres estudian, porque las mujeres deben quedarse en casa.

Estas realidades las he visto, y me cuesta creerlas. Es más, celebro también a los hombres guatemaltecos que trabajan para lograr la equidad de género, con sus hijas, amigas, y otras mujeres de su comunidad. Esos hermanos, padres, novios que hacen la diferencia al romper el esquema del “machismo”, palabra que me gustaría no volver a escuchar y no observarla.

Celebro a todos los que contribuimos a un país equitativo, que incluye a las mujeres para forjar su destino. Es una responsabilidad compartida que tenemos. Así que incentivemos a la mujer, contribuyamos y exijamos para reducir las brechas de género en nuestro país.