La ciudad de Nicosia, Chipre, le trae remembranzas históricas a los hermanos Enrique y Hebert Brol. Fue en ese lugar donde gestaron la clasificación olímpica, esa que hoy los hace volver al ruedo para afrontar el Grand Prix de tiro con armas de caza.
Y sobre ese logro, ahora la misión es continuar la cosecha de éxitos para llegar a las justas de los cinco aros con esperanzas de medallas. Algo que Enrique calificó en una ocasión como “difícil”, pero no insólito para el país, pues el roce y las glorias obtenidas respaldan el anhelo.
Los tiradores se fajarán desde hoy en el certamen frente a 70 atletas, en la modalidad de doble foso, con la consigna de pegarle a la mayor cantidad de platos y cantar victoria nuevamente en ese territorio.
La inspiración es y será su progenitor fallecido; el camino está dibujado, y es cuestión de empuñar las armas y matizar el certamen con los colores celestiales en honor de la patria que los vio nacer. El sábado será el turno de Jean Pierre en foso olímpico, y el domingo, para Rodrigo Zachrisson, en skeet.
Al finalizar la competencia, los seleccionados permanecerán en Chipre para disputar la Copa del Mundo, del 17 al 25 de este mes.
Deja un comentario