El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, ícono de la izquierda brasileña, pidió a sus partidarios que lo respalden tras un polémico incidente en que fue llevado por la fuerza para que declare por el megafraude a Petrobras.
La actuación de la Justicia y de las fuerzas de seguridad con el exmandatario recalentaron la crisis política que vive desde hace un año el mayor país de América Latina, hundido en una recesión económica y sacudido por una trama de multimillonarios sobornos en la petrolera estatal.
El sábado, 500 simpatizantes de Luiz Inacio Lula da Silva se agolparon frente a su vivienda en Sao Paulo y hasta la presidenta Dilma Rousseff viajó desde Brasilia para apoyarlo personalmente.
Lo dicho
El exmandatario, que a sus 70 años puede postularse por el gobernante Partido de los Trabajadores en las elecciones de 2018, se declaró ultrajado, y en inflamados discursos aseguró: “Si me quieren derrotar me tendrán que enfrentar en las calles de este país”.
Deja un comentario