“El mensaje es, señoras y señores que están contemplando este viaje tan peligroso: tenemos una colaboración, una estrategia, un plan para ofrecer condiciones mejores de empleo, de su residencia, comunidad, y educación suficiente para darles una razón de quedarse acá”.
De esa forma se expresó ayer el secretario adjunto de Asuntos Antinarcóticos del Estado de EE. UU., William Brownfield, en su visita al país, en palabras dirigidas a quienes consideran la posibilidad de migrar hacia su nación, pero que en el contexto actual tienen más alcance: resumen la razón de su llegada, la situación de las relaciones entre su Gobierno y los de Guatemala, El Salvador y Honduras, así como un gran compromiso con el Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica.
Durante su estadía, el funcionario abordó con el presidente Jimmy Morales e integrantes de su Gabinete y de otros organismos, aspectos para fortalecer el sistema de seguridad y justicia, y la lucha contra la corrupción, en la que reconoció: “Los héroes auténticos” son los ciudadanos.
Entre las prioridades de su país detalló que está la lucha contra el tráfico de humanos ejercido por coyotes, el trasiego de estupefacientes y la expansión de las pandillas.
En ese sentido, comprometió a su administración y, específicamente, a la dependencia que dirige, a continuar con el apoyo a la Policía y a las unidades encargadas de asuntos marítimos, aéreos y de fronteras.
Y como una muestra en la seriedad de los planteamientos, entregó a Iván Velásquez, titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala
(CICIG), una donación de US $1 millón (Q7 millones 670 mil), que servirá para abrir una sede de la entidad en Quetzaltenango, para actuar en el occidente de manera más dinámica y desconcentrada contra el crimen organizado.
Para que la República y su régimen democrático logren mejorar la calidad de vida de la población se necesita, incuestionablemente, fortalecer el estado de Derecho, con lo cual, al tiempo de que se lucha frontalmente contra la delincuencia doméstica e internacional, se le deja sin el penoso insuflo de la pobreza. Guatemala y la región cuentan con un socio comprobado en estos propósitos.
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